Fotografías de La Vanguardia y El Periódico
Barcelona esta revuelta. Vive en una reciente y posible creciente convulsión. Tranquilos, esto se puede sortear. Pero hay que ponerle sentido común y habilidad. ¿Y por qué digo esto? Pues por la sencilla razón de que mi blog está orientado a ofrecer a Barcelona a los que desean conocerla, sean o no de aquí. Esto también pasará, pero ahora mismo las cosas son como son y queda la posibilidad de aceptarlas y asumirlas. Desde el punto de vista de la hospitalidad barcelonesa, me preocupa lo que puedan pensar los que han venido a disfrutar de nuestra Barcelona, su Barcelona, estos últimos días. Esto no es siempre así. Espero y deseo que no les hayan golpeado. ¡Créanme! No siempre es así. Como todas las ciudades del mundo occidental, Barcelona padece su crisis, pero no es nada personal contra el visitante. No se preocupen por la revuelta de los estudiantes ni por la actitud de los Cuerpos de Seguridad por reprimirla. El Ayuntamiento de la ciudad está alterado, la ciudadanía también y por tanto, las Fuerzas de Seguridad encargadas de controlar las revueltas estudiantes y laborales. Cortes del Tráfico por protestas y reivindicaciones incremento de robos en la vía pública, nervios en los Cuerpos de Seguridad, Obras paradas por la crisis económica, en fin, lo mismo que está ocurriendo o sucederá en las ciudades más prósperas de Occidente, al fin y al cabo, las gentes están perdiendo a diario su puesto de trabajo y nadie se ocupa de ello. Los políticos de hoy, que participaron del fenómeno de Mayo de 1968, utilizan las mismas formulas con las que fueron reprimidas sus protestas de entonces para desoír las protestas actuales, con el vago argumento de que hoy en día no es lo mismo, ya que existen canales democráticos para expresar el descontento. Es cierto, existen canales democráticos, pero ¿cuales?. La vulneración de un Principio Constitucional ( me da igual sí es un Derecho Constitucional o no) al trabajo y a la vivienda, ¿por quién esta protegido? ¿ Quién se encarga de tutelarlo? Ante la negación a esos derechos, ¿qué esperamos de los jóvenes? ¿Porque les educamos defendiendo los valores de la familia si luego les privamos de su derecho a constituirla? ¿Por qué somos tan hipócritas? ¿Por que no facilitamos el reparto objetivo de los recursos financieros para que todos tengamos un mínimo de todo? ¿Por qué unos cuantos ignorantes se consideran los dueños de todo, si sin nosotros no son nada? Seamos sinceros, nuestros jóvenes están asfixiados, no tienen salida, no les permitimos que tengan un futuro. ¿Entonces, por qué nos extraña que no podamos pasear por Barcelona o por otra ciudad del mundo, sin que nos roben los más desesperados o una carga policial recaiga sobre nosotros que pasábamos ingenuamente por allí? Tranquilos, Barcelona es una ciudad como todas, puedes volver en un mejor momento. No es nada personal contra el visitante.
Enlaces:
El buen tiempo atrae a visitantes y a ladrones a las playas de BCN. El Periódico de Catalunya.